Las piezas tienen todas una calidad excelente, sin rebabas ni defectos aparentes. Encajan estupendamente, con tan sólo dos excepciones, que habéis podido ver en las fotos de la mesa de trabajo: la unión de la parte delantera del fuselaje con las alas, y los trenes de aterrizaje, que entran tan ajustados en los pozos que da un miedo terrible poder llegar a romperlos. El panelado y remachado son en negativo y bastante bien detallados.

Pinturas utilizadas: Tamiya acrílicas tiradas con aerografo. El azul es el XF-8 y el blanco el XF-2. Las llantas, el buje de la hélice y el botonado de la cabina están pintadas con esmalte también de Tamiya: X-11. El «aclarado» para conseguir el efecto polvo está hecho después del panelado y barnizado en brillo (con Tamiya X-22 clear), utilizando un 90 % de disolvente y un 10 % a partes iguales del azul mezclado con sky grey XF-19.

El disolvente es el acrílico de Tamiya X-20A, y he utilizado esencia de tremetina rectificada para disolver el barnizado final, tirado también a aerógrafo con barniz mate Marabú.

Originalmente la caja viene con el modelo 5N, última versión del Corsair (creo) que se fabricó y que estuvo operativa en la guerra de Corea allá por el 53. En concreto viene con las calcas para reproducir el modelo pilotado por el capitan Guy P. Bordelon del escuadrón VC-3. Como sabéis la maqueta no la he hecho no para mí, así que el modelo representado es totalmente «genérico»: no lleva ninguna identificación ni matrícula, por lo que no puede catalogarse. Tan solo he intentado reproducir el modelo F4U de finales de la II GM.

He sustituido los 4 cañones de 20mm taponando los agujeros y prescindiendo de las piezas de los cañones, para realizar los 6 agujeros en los que se alojaban las ametralladoras de 12mm.

Finalmente, he añadido el cable de antena con plastico estirado y he prescindido de las piezas que formaban el radar en el ala izquierda («un huevo horroroso»).

En resumen: el modelo es recomendable por su calidad (ignoro el precio) y la dificultad es baja.