Maqueta de Hasegawa con bastante buenos encajes, nada extraordinarios ya que es un molde que empieza a mostrar el paso del tiempo pero al menos no da problemas de consideración.
El kit ha pasado por muchas vicisitudes, ya que inicialmente intenté adaptarle una toma de aire en resina de Seamless Suckers (¡no la compréis nunca para este kit, por mucho que lo digan…. NO SIRVE!) y lo único que conseguí fue tener que cartearme con modelistas de EEUU para que me mandasen una nueva pieza de plástico para la panza, porque la original quedó destrozada.
Aparte de este «nimio» problema, al kit le he añadido el cockpit de Blackbox (fantástico) y los fotograbados de Eduard.
Las calcas son de Isradecal, absolutamente maravillosas y que recomiendo a todo el mundo. Caras, pero valen cada céntimo de euro que cuestan.
Para la pintura he usado lacquers de Gunze, enmascarando los tres tonos del camuflaje con cinta Tamiya y Maskol (cosa esta última que desaconsejo absolutamente a quien se le pueda pasar por la cabeza) para obtener los bordes «duros».
Todos los efectos de pintura están hechos con el aero. Aparte de esto, el único desgaste que lleva el kit es el panelado con esmaltes de Humbrol.
Texto y fotos: José Carlos Simón