Do-Stra Haunebu II (a partir del Adamsky Type Flying Saucer de Marmit a 1/60)

El Proyecto Haunebu

Desde los años 40, el avistamiento de objetos voladores no identificados (OVNI) y la posibilidad de que dichos objetos sean naves espaciales tripuladas por seres extraterrestres, para muchos ha suscitado fascinación, otros lo ven con cierto temor y otras personas observan el tema con escepticismo. Pero más allá de todas las teorías conocidas entorno a éste asunto, existe una gran cantidad de información relacionada con la supuesta construcción de aeronaves discoidales, autogiros o lo que conocemos como platillos volantes, por parte de los alemanes durante el III Reich, cuya finalidad era la de crear, más que un arma, un artefacto que sirviera para colocar al hombre ario «a nivel de los dioses».

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Detrás de toda la parafernalia Nazi, la sociedad Thule pretendía devolver al pueblo germano su antiguo esplendor y el total reencuentro de sus raíces místicas a través de practicas ocultistas. Sociedades como El Sol Negro y Vril, dependientes de Thule, y las mismas SS, coordinaron la realización de los proyectos de las aeronaves.



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Algunos de los prototipos, según los datos hallados en una infinidad de sitios web que abordan el tema, fueron propulsados con reactores, como en el caso de los modelos de BMW-Flügelrad versiones I, II y III diseñados por el Dr. Richard Miethe.

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Luego, otros prototipos de autogiros o lo que denominaban “peonzas voladoras” como lo fueron, los RFZ-1, los Vril I al VII, y los Haunebu I, II y III, en la información que existe sobre ellos describe que fueron autopropulsados por una novedosa fuente de energía antigravitatoria y el uso de motores de implosión. Al científico Víktor Schauberger, se le atribuye el descubrimiento y desarrollo de dicha tecnología, y en concreto el diseño de las tres versiones de las aeronaves Haunebu.

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La información existente indica que el Haunebu II de Schauberger, alcanzaba 15.000 metros en tres minutos y podía volar hacia cualquier dirección a Mach 3. Existe otra versión que dice que el Haunebu tenía un radio de 26,3 metros y tenía la capacidad de llegar hasta 6.000 km. por hora. La propuesta para su construcción en serie, por parte de Do-Stra, “Dornier-Stratosphärenflugzeug” se planificó para que terminara entre 1943 y 1944.

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Como nota final a esta breve introducción, deseo añadir que el Proyecto Haunebu no puede ser calificado como un episodio de la historia, porque hasta la fecha los testimonios y hechos descritos en los documentos existentes, para bien o para mal, no han podido ser demostrados.

El Platillo:

Antes de adentrarnos en los detalles de la construcción del platillo volante, haré una breve reseña del mismo. En el año 1952 un norteamericano llamado George Adamski, fue testigo de varios avistamientos de “objetos voladores no identificados” de los cuales recogió importantes fotografías, quizá las más famosas y polémicas que se conocen hasta nuestros días, y al parecer hasta llegaría a realizar filmaciones. El hecho es que platillo volante fotografiado por Adamski y al que él atribuyo el planeta Venus como lugar de procedencia, curiosamente es idéntico al Haunebu II.

Hasta el momento no se ha editado ningún kit del Haunebu como tal, y cabe mencionar que el fabricante Unicraft Models, dedicado a reproducir maquetas en resina de prototipos experimentales, ha anunciado que crearán su versión del Haunebu II en escala 1/72. No obstante, la firma japonesa Marmit, que se especializa en fabricar maquetas de fantasía y del mundo del manga, realizó un kit en escala 1/60 llamado “Adamski Type Flying Saucer” (Marmit Ref. 124-0005) actualmente descatalogado, pero que aun se puede conseguir a través de Internet.

Caja maqueta Haunebu

El kit es sumamente básico, solo cuenta con apenas 10 piezas y ya que se trata de la maqueta de un platillo volador, todas ellas vienen totalmente cromadas.

El proceso de construcción, a pesar de que realicé unas cuantas modificaciones para asemejarlo a la nave nazi, fue bastante sencillo. Una de las dificultades más importantes que se me presentaron, es que el modelo viene sin soportes o bases que lo sostengan mientras está en el suelo, es decir que la maqueta viene diseñada para ser representada en pleno vuelo. Pero el problema no llega hasta allí, sino es que además las fotos que existen del Haunebu, sean reales o sean falsas, muestran al aparato volando y en algunas que aparece en tierra no se aprecian dichos soportes.

Maqueta Haunebu 1

Lo que está claro que si se trata de una aeronave de despegue vertical, los trenes de aterrizaje no habrían sido de utilidad, así que lo que se me ocurrió es que su sistema de apoyo estando en tierra podrían haber sido unos soportes tipo telescopio retráctil. Lo cierto, es que los soportes los conseguí utilizando las piezas jeringuillas desechables y los resultados fueron los que yo esperaba. La nave ya tenía con que apoyarse en tierra firme.

Maqueta Haunebu 2

Otro de los detalles que añadí al modelo fueron los cañones que van ubicados en las torretas inferiores y la superior. Para ello utilicé esos ejes metálicos que se utilizan para fijar las correas de los relojes de pulsera. En cualquier taller de relojería los podemos conseguir a montones.

Para crear la torreta superior me tocó modificar una pieza que conseguí en mi caja de desguace o de sobrantes de viejas maquetas, que creo que la mayoría de los modelistas poseemos. La idea era la de obtener una pieza con un acabado esférico, algo así como una especie de cúpula y se me ocurre que también un modo sencillo de lograrla es cortando por la mitad una pelota plástica de juguete que sea hueca, cuyas medidas se adapten a lo que necesitamos y luego con la ayuda de limas podemos rebajarla hasta conseguir que la pieza se adapte perfectamente a la maqueta.

Maqueta Haunebu 3

Los panelados de lo que podemos denominar el faldón del platillo los realicé dividiendo la circunferencia en ocho partes iguales y luego fui remarcando las líneas con la ayuda de un buril. Las perforaciones de los remaches las realicé con un taladro manual y una broca muy fina de 0,5 milímetros.

Maqueta Haunebu 4

Reconozco que la solución de cómo pintar el platillo no fue tarea fácil. Lamentablemente, las pocas fotos existentes del Haunebu y de cualquier prototipo de autogiro Nazi, no son a color. Entonces se me ocurrió que lo más recomendable era pintar todo el aparato de gris claro, ese gris que solían utilizar los alemanes en algunos de sus aviones de prueba, durante la 2ª Guerra Mundial. Pero una vez pintado, su apariencia no me acababa de convencer, se veía algo desaliñado. Así que comencé a seguir investigando y encontré información en la que se menciona que los Haunebu pudieron haber sido utilizados en esas misteriosas bases nazis en la Antártica. Un ilustrador llamado Luca Oleastri, ha realizado excelentes recreaciones de todos los modelos de platillos volantes del III Reich y precisamente los Haunebu, el ilustrador los representa con un camuflaje ideado para la Antártica. Finalmente decidí aventurarme a volver a pintar la nave en su versión de camuflaje, y los resultados me han dejado muy satisfecho.

Maqueta Haunebu 5

Bien, para comenzar, ya teniendo toda la maqueta montada, he enmascarado las ventanillas con maskol y luego he aplicado una imprimación de Surface Primer de Tamiya sobre toda la superficie. El uso de las imprimaciones sobre algunos modelos, suele ser de mucha utilidad porque así las imperfecciones suelen ser más visibles y luego lijando un poco con lijas para agua de grano fino, podremos corregir los fallos.

Maqueta Haunebu 6

Una vez sometida la maqueta al proceso de lijado y corrección de fallos, procedí a dibujar a lápiz sobre ella el esquema del camuflaje, y para ello previamente hice un boceto en un papel para orientarme en el momento de pintar, sombreando en tonos diferentes cada uno de los tres tonos de grises. El camuflaje es algo complejo, ya está hecho en base a manchas astilladas. En un principio pensé en enmascarar, pero como algunas zonas de la nave son irregulares, este proceso me sería de poca ayuda, así que me decidí por pintar a pincel.

Para la obtención de las tonalidades de gris, no utilicé tonos específicos sino que yo mismo preparé mis propias mezclas con blanco y negro, y una vez que conseguí los tonos deseados vertí cada mezcla en frascos diferentes y es eso lo más conveniente a la hora de realizar retoques posteriores.

Maqueta Haunebu 7

Una vez pintado todo el platillo, apliqué dos capas de barniz mate de Gunze Sangyo H-20 y luego rebajé un poco las capas producidas por las pinceladas con una lija de grano fino. Acto seguido apliqué las calcas.

Es evidente que no existen en mercado calcas para un OVNI, así que una vez más recurrí a mi desguace particular de viejas maquetas y conseguí varias calcas alemanas que utilicé a conveniencia, tratando en la medida de lo posible de ceñirme al diseño de la ilustración de Luca Oleastri. Luego de fijar las pegatinas aplique una nueva capa de barniz mate.

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Para crear en la maqueta efectos de desgaste apliqué técnicas de pincel seco, aerógrafo, aguadas y rotuladores. Podemos observar tales detalles en la zona superior e inferior del faldón, ya que se trata de una pieza que rotaba constantemente, lo que producía desgaste a causa de la fricción. Otro de los detalles extras que he añadido, han sido las antenas que se pueden apreciar al rededor de la torreta superior que han sido hechas con alfileres de costura.

La pintura en general de todo el conjunto que conforma el diorama he utilizado acrílicos de varios fabricantes como Vallejo, Tamiya y Gunze Sangyo.

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Texto y Fotos: Edwing E. Merlo Paredes

Un pensamiento en “Do-Stra Haunebu II (a partir del Adamsky Type Flying Saucer de Marmit a 1/60)

  1. EXCELENTE, me ha gustado muchisimo tu trabajo. Entonces el cuerpo del platillo ¿es una pelota? ¿o es un plato de comida de plastico? Si es una pelota ¿como lo pegaste? porque a veces son de vinil o hule. Un saludo desde Mexico

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