Para aviones me gustan más las peanas de exposición cuadradas. Ante la dificultad para encontrarlas y menos con acabado barnizado me he puesto a hacerlas yo mismo. Esta es la experiencia que comparto con vosotros:

Primero he ido a la carpintería de bricolaje y he escogido un listón tipo moldura que me ha parecido apropiado, de unos 2 metros y también he comprado un tablero de contrachapado de 0´5 cm de grueso de 1 metro cuadrado aproximadamente.

También he comprado un molde para cortar ingletes, un tinte tono sapeli para madera, y un barniz tono sapeli. Además necesitaremos lija fina del 400 y del 1200, taco flexible de lija fina, cola blanca, limas, sierra y escofina.

Paso primero: corte del listón a inglete. Hay que cortar 4 trozos absolutamente iguales de largos por cada peana que queramos construir. Yo voy a hacer tres de diferentes medidas.

A continuación viene una parte complicadilla, que consiste en encajar perfectamente a escuadra los cuatro trozos cortados con el molde para ingletes.

Como no soy carpintero, no ajustan perfectamente, claro, pero me aplico a fondo con las limas y la escofina y si tengo que cortar otra vez lo hago reduciendo lo mismo en los restantes trozos hasta que encajan. Si aun persiste alguna pequeña grietecilla en los ajustes, enmasillo con el mismo serrín resultante de los cortes mezclado con cola blanca.

Siguiente paso: Lijado.

Utilizo primero la lija del 400 más gruesa y luego voy repasando las aristas y molduras con el taco de lija fina y por último hago una especie de pulimentado con la lija de 1200 hasta que quede perfecto.

No se os ocurra dar tapaporos que fue el error que cometí yo por una mala recomendación, porque luego ni el tinte y menos el barniz quedan uniformes, sino que queda a rodales muy feo. Pago la novatada y me veo obligado a lijarlo todo hasta dejarme los dedos y sacar el tapaporos.

Ahora por ejemplo le acoplo la base de la peana donde mas adelante construiremos el terreno. La corto a medida sacando primero un patrón con una hoja de papel y la pego con cola blanca ayudándome de unos gatos para que fragüe bien.

Tintado: Le aplico tinte para madera ya que el color del pino natural no me gusta.

Elijo un tono oscurito, el sapeli, como el de la mayoría de las puertas interiores y blindadas de nuestras casas.

Cuidado con el tintado. Me doy cuenta que no es tan fácil como parecía pues no admite varias pasadas por el mismo sitio ya que se mancha la madera fácilmente y coge grosor. Me veo obligado a lijar de nuevo, a ver quién puede más. La solución: tiro la brocha y agarro un pincel grueso más suave y aplico solo una o dos pasadas precisas por cada cara para encubrir de manera uniforme. Dejo secar y repito el proceso las veces que sean necesarias hasta alcanzar el grado de oscuridad que voy buscando.

Por último y una vez seco, aplico con idéntico método y parecido pincel el barniz sapeli. En la terraza me ha cogido polvo antes de secarse, así que aprovecho para dar suavemente una manita más de lija fina del 1200 para eliminar impurezas. Doy otra mano de barniz sapeli y dejo secar esta vez en el interior del despacho y así quedan a falta de la construcción de los terrenos las tres peanas para aviones de diferentes tamaños:

Continuará cuando vaya haciendo los terrenos..

Texto y fotos: Antonio Armario