El kit es de Hasegawa, habitualmente sinónimo de calidad y al menos, en este caso, lo es. Escala 1/32, ensamblaje bueno en general, solo tuve problemas en la unión de las alas al fuselaje, debido al peso de estas con respecto al fuselaje, pero se solucionó con una buena dosis de cyanocrilato. Lo peor del ensamblaje, el cockpit frontal, que no encaja de ninguna forma “natural” a la forma curva y, al tener que forzarlo, no queda bien pegado. Varios meses después del acabado, conseguí una buena unión con cyanocrilato anti-vaho. Por lo demás, panelado tanto positivo como negativo (líneas de paneles en negativo, lo que es de agradecer y remachado y algunos registros en positivo). Muy buen detalle exterior, aunque la cabina es muy simple. Sin que sirva de precedente en mi caso, coloqué al piloto para “esconder” un poco la falta de detalle interior.

La maqueta está pintada casi toda con pulverizador, excepto detalles finales para los cuales ya disponía del aerógrafo. El enmascarado de los dos azules lo hice con láminas recortadas de radiografías pegadas a la maqueta con blu-tac en sus bordes, levantándolas para que que la separación entre colores quedase difusa. El proceso en general, empezando por los colores claros: Imprimación blanco Citadel, blanco panza Tamiya, los azules “navy blue” e “intermediate blue” de Gunze, barniz brillante Gunze, calcas, barniz brillante, “enguarring” y panelado con oleos sombra natural en general y negro óxido para el tren de aterrizaje y, antes del barniz final satinado de Microscale, los detalles de salida de humos del motor y los cañones con pastel.

La maqueta representa el F6F-3 con el esquema de la unidad VF-17, una de las mejores unidades involucradas en el empuje final de los portaaviones estadounidenses en aguas Japonesas en 1945, apuntándose 161 derribos entre febrero y mayo. Como esquemas alternativos venían el modelo F6F-5 del VF-15 y el F6F-3 de la Royal Air Force.

Texto y Fotos: Gonzalo Vidal Segura